Como exmiembro del Local 226 del Sindicato de Trabajadores Culinarios que trabajó como mesera en el Caesars Palace para cubrir los gastos de sus estudios universitarios, Jacky apoya las políticas a favor de los trabajadores y ha sido una gran aliada de los trabajadores de Nevada mientras en el cargo.
Jacky cree que un solo trabajo debería ser suficiente para sobrevivir y que los trabajadores estadounidenses merecen salarios y beneficios justos, incluyendo atención médica de calidad y una jubilación segura. Es una gran defensora del derecho de los trabajadores a negociar mejores salarios, lugares de trabajo más seguros, y a un trato más justo.
En el Senado, Jacky ayudó a presentar la Ley PRO para fortalecer el derecho de los trabajadores en todo el país de formar un sindicato y negociar mejores salarios y beneficios. Ella apoya aumentar el salario mínimo federal, exigir salarios comparables al trabajo, poder pagar los gastos de cuidado infantil y brindar a todos los trabajadores licencia remunerada, parental, médica y de cuidados garantizada, así como licencia por enfermedad. Jacky también es una líder defensora en el Senado que lucha para que la financiación federal incluya los estándares salariales prevalecientes Davis-Bacon y los Acuerdos Laborales de Proyectos y así asegurar que los proyectos se realicen correctamente y a tiempo por parte de trabajadores calificados.