Jacky se está asegurando de que el Congreso trabaje para el pueblo y rechaza los mismos viejos juegos de Washington. Ella lidera los esfuerzos para reformar Washington al impedir que los miembros del Congreso cobren sus cheques de pago si no logran aprobar un presupuesto a tiempo. Otra reforma es la aprobación del proyecto de ley bipartidista de Jacky para asegurar que los miembros corruptos del Congreso pierdan sus pensiones financiadas por los contribuyentes. Jacky respalda una legislación para acabar con la influencia de los grupos de presión en Washington, prohibir a los exmiembros del Congreso ejercer presión política y aumentar la transparencia y la rendición de cuentas.
La reforma enfocada en Washington también significa arreglar nuestro fallido sistema de financiación de campañas. La decisión de la Corte Suprema sobre el caso de Ciudadanos Unidos cambió el panorama de nuestra democracia al permitir que multimillonarios e intereses especiales corporativos inyectaran cantidades ilimitadas de dinero a nuestras elecciones. Jacky apoya una enmienda constitucional para revocar esta desastrosa decisión y devolver el poder a los votantes.